Glucosa
La glucosa es el principal sustrato (“alimento”) utilizable por todas las células de nuestro cuerpo. Algunas de ellas son totalmente dependientes de la glucosa.
Después de una comida, la glucosa de los alimentos se absorbe y llega a la sangre. Una hormona llamada insulina que se produce en el páncreas (en los islotes pancreáticos) es la encargada de hacer llegar la glucosa a las células haciéndola desaparecer de la sangre. Cuando la glucosa entra en las células ayudada por la insulina, es utilizada por éstas en forma de glucógeno (almacenamiento), ácidos grasos y aminoácidos.
Si la glucosa en sangre está excesivamente disminuida, otra hormona llamada glucagón produce el efecto contrario a la insulina y eleva el nivel de glucosa sanguíneo.
El tejido más sensible a los cambios de la glucemia es el cerebro, en concentraciones muy bajas o muy altas aparecen síntomas de confusión mental e inconsciencia.
La importancia del análisis de glucosa radica sobretodo en estudiar una posible diabetes mellitus. Es un análisis rutinario al ser la diabetes mellitus una enfermedad bastante frecuente y con importantes repercusiones.
Además de en la diabetes mellitus, puede aparecer la glucemia elevada en otras enfermedades como: Feocromocitoma, enfermedades renales, hipertiroidismo, enfermedades renales, glucagonoma, pancreatitis aguda, síndrome de Cushing, tumores de páncreas.
En cambio, puede aparecer la glucemia disminuida en casos como: dietas con defecto en el aporte de glucosa, enfermedades hepáticas, enfermedad de Addison, exceso de insulina en diabéticos, hipopituitarismo, hipotiroidismo, insulinoma.
Espécimen: Suero
Valores normales: Glucemia basal (en ayunas): 75 – 120 mg/dl